Querido invierno... se acaba otro año.

jueves, 31 de diciembre de 2015

Querido invierno:

¿Me perdonas por haber dejado de escribirte? No sé qué sucedió, supongo que... que no me atrevía. Este año te hice cartas como de costumbre hasta febrero. Luego hubo una carta en junio, otra en julio, y hasta ahora. No sabes cuánto lo siento, pero si lo hice es porque no quería plasmar en papel el 2015 que he vivido. 

Por dónde empezar... ¿Primero lo malo? De acuerdo.

Lo malo se resume en un autoestima inexistente, en todos los sentidos. He permitido que otras personas consiguieran lo que yo quería delante de mis narices, y no he movido ni un dedo para cambiarlo bajo la excusa de "no voy a conseguirlo". Me pongo nerviosa a mí misma. No sé por qué he cambiado tanto este año, ni en qué momento me convertí en este muñeco sin sentido. Diría que la culpa la tiene cierta persona a la que le intenté insuflar tanto amor propio que me acabé quedando sin el mío, pero la culpa no es suya. La culpa sólo la tengo yo, por haberme dejado consumir por los caprichos de los demás y haberme dejado tan de lado a mí misma.

Pero ya me conoces, invierno, y sabes tan bien como yo que esto no se va a quedar así. Volveré a ser la que era, con mi estupendo par de ovarios, las botas puestas y los ojos mirando al frente, nunca al suelo.

Pero eh, hasta aquí lo malo. este 2015 ha tenido cosas buenísimas también. Supongo que la más relevante es el blog...

Cuando publiqué la primera entrada allá por el 8 de julio, sobre un escritor gallego llamado Defreds, no me imaginaba que, cinco meses después, ya habría recibido casi 10.000 clicks para acceder a mi blog. 31 entradas, 65 seguidores y miles de visitas que me han hecho sentir la más orgullosa del mundo por mi pequeño rincón de internet. Sé que no tengo el mejor diseño, ni soy la más original, ni lo sé todo sobre libros, pero todo lo que hago en el blog lo hago con pasión. Disfruto como una niña de cada reseña, cada tag, cada texto... y soy feliz cuando se trata de hablar acerca de libros. 

Y si soy tan feliz gracias al blog, es sobre todo por haber conocido a gente espectacular.
Blogger me ha conectado con personas que ahora cuento entre mis amigos, me ha hecho descubrir amantes de la literatura con blogs interesantísimos, autores increíbles con muchísimo talento, y lectores con los que poder compartir una buena charla.

La literatura de los dormidos despiertos empezó siendo un hobby veraniego, por matar el tiempo, por ver qué salía... Y he descubierto que esto me gusta, me encanta, y que, al parecer, a mi pequeño público también le gusta lo que hago.

2015 también ha sido un año cargado de música. Conocí a Celtas Cortos, toqué Carmina Burana, a Óscar Navarro, a Weber, a Haendel... Jorge se hizo un hueco para quedarse en forma de sonata de Beethoven, y aprendí que a Sarah le gusta David Lanz. También apareció Bruno y me revivió la inspiración con ese "soy James Mawson" que tiene impreso en la cara, y Rubén, cómo no, ha seguido haciendo sonar Standby de Extremoduro en mi cabeza cada vez que me ha besado.


Por los libros, por "La literatura de lo dormidos despiertos", por mi trombón, por mi autoestima, por los proyectos nuevos, por Phil y Leo (para siempre), por Beethoven, por David Lanz, por Standby, por Bruno...
Por vuestros blogs, por los escritores y los lectores, por vuestro amor propio, por vuestras amistades, por vuestra familia (la de sangre y la que se elige), por vuestros sueños...

Por mí, y también por ti, que estás leyendo esto: Feliz 2016.















4 comentarios:

  1. Feliz año, guapísima. Seguro que este año es mucho mejor ¡y que conste que a mí me gusta tu blog!
    Un beso :)
    P.D. Me encanta lo que has escrito ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Feliz año, Val :) Muchas gracias por leerme <3

      Eliminar
  2. ¿Por qué no había visto esta entrada? Estuve muy out en Navidades... Y que ilusión me ha hecho verme en una de estas fotos y saber que he formado parte de tu 2016 (y espero que para bien) ánimo nena, que todo lo malo pasa :)

    ResponderEliminar
  3. Soy Marian, de Frontera Esdrújula.

    Un balance triste que contiene una gran dosis de hermosura. Tu blog, tu bálsamo. El mundo de las letras sin ti tendría un fonema menos, como que al español le faltara el sonido [ñ]. No se te ocurra dejarlo. Y ojalá el balance que haces un año después tenga mucho de invierno y tengas en los ojos todo su silencio y toda su belleza. ¡Feliz travesía a nuevos abecedarios!

    ResponderEliminar