Reseña: Ley natural, de Sergio Sola Ponce.

¿Qué tienen en común unas muertes inexplicables, un anciano enfermo de Alzheimer y una tribu perdida en el Amazonas? 

En el año 2015, el ser humano se enfrenta a un monstruo que él mismo ha creado y que está a punto de destruirle. La aparición de una célula terrorista que pretende destruir la ciudad de Los Ángeles siembra el caos y la incertidumbre en todo el país. Por otro lado, Jimmy Rogers, un joven universitario, descubrirá la verdadera forma de ser de las personas y eso le hará plantearse cuestiones morales sobre la manera de vivir que tenemos. Se verá envuelto en una serie de acontecimientos que harán que cambie su forma de ver el mundo. Lo que Jimmy desconoce es que quizá ese monstruo no sea el verdadero enemigo de la humanidad. 

Ley Natural, una historia de intriga donde el lector se encontrará con varias historias en apariencia sin conexión, pero que acabarán uniéndose dando lugar a un final inesperado.

Cuando el autor me escribió para preguntarme si me apetecía leer su libro, he de admitir que estaba un poco asustada: sabía que el libro trataba acerca de biología, y esta es una materia que no me ha llamado especialmente la atención nunca. Pensaba que sería aburrido, que no iba a entenderlo… pero nada más lejos de la realidad. Ley natural me ha sorprendido para bien, me ha dejado muy buen sabor de boca y, sin duda, me ha dejado con muchas ganas de leer la segunda parte.

La trama principal está dividida en dos partes. Por un lado tenemos a Jimmy Rogers, un estudiante universitario que encarna el papel principal de esta novela. Se verá envuelto en una trama familiar (no voy a desvelarla, tranquilos) que es prácticamente el eje central de la historia. Además, Jimmy tiene una capacidad intelectual superior a la media y es protagonista de las conversaciones más profundas y complicadas de la novela.

Por otro lado está la trama que protagonizan dos exploradores en el Amazonas: descubrirán poco a poco una serie de sucesos que están ocurriendo en la selva, y de alguna manera eso los conducirá tras los pasos del atentado terrorista del que habla la sinopsis.

Sinceramente, la trama me pareció increíble y fue lo que más me gustó de la novela: qué sucede, cómo se desarrollan los acontecimientos, la forma en que el misterio se va desmigajando poco a poco hasta que todos los elementos confluyen en un desenlace para alucinar… A pesar de que Ley natural es un libro muy corto (luego hablaré de eso, por cierto), el autor supo crear una historia adictiva e interesante con la que poder atrapar a sus lectores. La acción no cesa, no para de haber giros totalmente inesperados y, para cuando me quise dar cuenta, había llegado a la última página.

Sin embargo, a pesar de que la idea era muy buena y que la novela podría haber sido sublime, creo que se hace demasiado corta y se quedan algunas cosas a medias. Por ejemplo, me hubiera gustado más profundidad en los personajes y alguna escena adicional en medio de tanta acción, porque al final el ritmo es frenético y quizá la historia podría haber dado más de sí.

“Qué fácil debe ser vivir sin saber que el mundo está de camino a autodestruirse. “Total, cuando eso pase yo ya no estaré aquí”, dicen todos, y con eso tienen bastante. Aplauden cuando oyen que han encontrado una mejora científica que alarga la vida diez años, o que se ha creado un medicamento que cura las hemorroides en doce horas, pero nadie es capaz de ver más allá de todo eso”.

En cuanto a los personajes, como ya he mencionado, me quedé un poco fría. Dos de ellos me encantaron, me parecieron brillantes; pero creo que la mayoría se quedó a medio construir y no se les da la importancia que debería. También hay que tener en cuenta que es una primera parte de bilogía, y que quizá en la segunda esto se desarrolla de otra manera. Pero, por el momento, con respecto a los personajes me hubiera gustado encontrar algo más.

Sin duda mis preferidos fueron Jimmy y su profesor Summers. No son personajes típicos, y puesto que la trama también es sumamente original, fue la combinación perfecta. Jimmy es un joven con unas ideas muy interesantes. Cómo se desenvuelve en la trama que se le va viniendo encima me encantó. Es un personaje redondo, evoluciona conforme aprende y vive, y se adapta a las circunstancias de una manera que me pareció natural y nada sobreactuada.

Pero el profesor Summers… Vaya personaje. Desde el principio me lo imaginé como el típico científico apasionado por su campo, un poco loco, brillante y con ideas algo atolondradas. Fue todo un descubrimiento, y estoy deseando ver qué nos trae en la segunda parte. Sobre todo en las últimas páginas de la novela, Summers me resultó increíble.

Aunque lo mejor de estos dos personajes fueron sus conversaciones. Tienen varios diálogos entre ellos en los que debaten sobre avances científicos y qué papel debería tener el ser humano respecto a estos. La verdad es que son temas que yo no me plantearía por mí misma y me resultó fascinante leer sus discusiones.

“El ser humano recoge las consecuencias de sus actos desde que descubrió el fuego. Todo aquello que le pase es a causa de sus acciones a lo largo de la historia. ¿Por qué ahora deberíamos tener la posibilidad de rectificar nuestros propios errores haciendo y deshaciendo a nuestro antojo? ¿Quién nos da permiso para crear cultivos genéticamente resistentes a las plagas, vacunas que nos protegen de virus desconocidos, o ahora, poder recuperar un miembro perdido?”

Otra cosa que no me gustó fue el increíble exceso de comas que hay. Me gustan las narraciones lo más pulidas posible, pero también puedo dejar de lado algún fallo de este tipo. Sin embargo, con Ley natural no fui capaz hasta que no me adentré bien en la novela y estaba tan, tan atrapada, que leía sin fijarme en nada salvo en qué iba ocurriendo. Tengo que añadir que ya están revisando la novela y, en concreto, este problema; así que si os animáis a leerla cuando se publique una edición revisada, no os encontraréis con este inconveniente. Pero yo tenía que mencionarlo.

No quiero hablar mucho más porque creo que la gran clave de esta novela reside en saber lo menos posible y dejarse sorprender. Así fue como yo la leí, y os aseguro que me dejó boquiabierta.

En resumen, Ley natural es un libro con una trama original y muy adictiva. Contiene unas conversaciones sobre biología y sobre el ser humano realmente interesantes; y, aunque sus personajes podrían haber dado algo más de sí, algunos están muy bien construidos. El hilo central de la novela está muy bien manejado y los misterios se van resolviendo de forma inesperada, con lo que la historia que narra se hace especialmente adictiva y sorprendente.

Gracias a la editorial por el ejemplar

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