Reseña: Diario del búnker, de Kevin Brooks

«Estoy en una vivienda de techo bajo, toda ella de hormigón encalado. A lo largo del pasillo principal hay seis habitaciones. No hay ventanas. Ni puertas. Sólo se puede entrar en el ascensor. ¿Qué me va a hacer? ¿Qué voy a hacer yo?» 

Linus, un joven de dieciséis años, se despierta atontado en un búnker. Lo han secuestrado. No entiende por qué. Nadie se comunica con él. Su único contacto con el exterior es un ascensor que baja cada mañana con provisiones. Días más tarde en el ascensor aparecen otras personas a las que también han secuestrado. 

No tienen nada en común entre ellos. ¿Qué quiere el secuestrador?

Si hay algo que adoro de la blogosfera por excelencia son las recomendaciones de libros. Conocí Diario del búnker hace meses a través de varios canales de youtube, pero me animé por fin a leerlo cuando, al terminar A ciegas (reseña aquí), Helena me recomendó leer esta novela. 

He de ser sincera: no me gusta sufrir con los libros ni las películas y no tengo por costumbre leer ni ver nada que sea angustioso, de terror, gore, etc. Así que embarcarme en esta lectura supuso un enorme reto, porque si Diario del búnker se caracteriza por algo, es porque no es una lectura para pasártelo bien: se trata de un libro escrito en forma de entradas de diario en el que Linus le cuenta al cuaderno que ha sido secuestrado y encerrado, y lo que va pasando conforme los días avanzan y otras personas recluidas allí se le unen.

Lectores sensibles, absteneos. En este diario se cuentan escenas crueles, algunas dan bastante grima y otras cogen el corazón del lector y lo desgarran hasta destrozarlo. Linus narra cada página con una crudeza y de una forma tan directa que me dejó sin palabras.

Las dos cosas que más me gustaron de esta novela fueron los personajes y el estilo narrativo. Vayamos por partes:

Por un lado, los personajes retratados en este libro se me hicieron perfectamente verosímiles. Kevin Brooks supo manejarlos de forma natural, haciéndolos reaccionar a las diferentes situaciones que se les presentaban de una manera que me creí totalmente. No voy a hablar demasiado de los personajes en concreto, porque prefiero que los vayáis descubriendo poco a poco, pero sinceramente creo que son el gran punto a favor de esta novela. Cómo van evolucionando tras entrar en el búnker me pareció desarrollado de una forma magistral.

El autor no pretende crear héroes: él ha creado humanos. Y, como humanos que son, los personajes de este libro no siempre van a hacer las cosas bien ni van a ser amigos entre ellos. Así que en Diario del búnker hay lucha, hay enemistad, hay sufrimiento… pero también hay alianzas y relaciones muy profundas. Cómo unos personajes se acercaban a otros y se unían para mantenerse todo lo fuertes posible me partió el corazón.

Por otro lado, el segundo aspecto que más me gustó de Diario del búnker fue su estilo. Se mezclan los tiempos verbales (hay partes en presente, otras en pretérito perfecto simple, otras en pretérito perfecto compuesto…) y los fragmentos con diálogo y sin diálogo. Es decir, que hay capítulos en los que solo hay monólogo interior, otros en los que se describen personas, acciones, recuerdos, etc., y otros en los que los personajes conversan entre sí durante bastantes páginas. Esta variedad me gustó mucho, porque refleja los estados de ánimo y físicos por los que Linus iba pasando. Al fin y al cabo, si estaba cansado o no se encontraba bien, no iba a narrarlo todo al detalle, sino que escribía un par de líneas. 

Gracias a esto, el realismo que desprende Diario del búnker es arrollador y hace que el lector pueda introducirse de lleno en la historia y en la mente de Linus. Al ser él quien narra, el lector no sabe más de lo que sabe el protagonista, así que la tensión y el desconocimiento son aún mayores. Además, obviamente escribe las cosas que ocurren después de haberlas vivido, así que hay muchos capítulos que empiezan diciendo que “ha ocurrido algo” o presentando una situación de repente muy convulsa, cosa que hace la lectura aún más adictiva y que provoca que el lector no pueda soltar el libro.

Pero no todo en este libro me ha convencido, y para explicar este punto tengo que hacer un spoiler bastante grande. Así que si no quieres saber cuál es, salta este párrafo.

[SPOILERS]

Diario del búnker me dejó bastante fría con ese final tan… especial. Yo ya me imaginaba que algo así iba a pasar, porque a falta de cinco páginas para terminar el libro aún no se había resuelto nada y todo estaba sin aclarar. Pero el desenlace… ¿quién era el dueño del búnker? ¿Por qué les secuestró? ¿Por qué Kevin Brooks no explica nada de eso? Ya he tenido una experiencia parecida últimamente (no voy a decir de qué libro para no hacer spoiler de otra novela), pero la verdad es que el final de Diario del búnker me ha gustado algo más. Al fin y al cabo es un diario escrito por Linus, y si Linus acaba así… no puede escribir. Es obvio, supongo, pero a la vez es muy frustrante que no se resuelva nada.

[FIN DE LOS SPOILERS]

En conclusión: os recomiendo leer esta novela si buscáis algo diferente. Es un libro corto pero muy intenso, no muy apto para lectores sensibles, pero que sin duda merece mucho la pena.