Top 10: los clásicos que más me intimidan.

¡Hola, hola! Después de una semana de vacaciones bloggeras, vuelvo con las pilas cargadas y nuevos contenidos para vosotros. Ya estoy retomando poco a poco las lecturas, así que irán llegando reseñas y me pondré al día en las próximas semanas.

Si me seguís en twitter o en facebook, quizá hayáis visto que a partir de ahora, para el resto del verano, va a haber días fijos de publicación. En este blog voy a publicar lunes y jueves a las siete de la tarde, hora española, y en el blog no literario (que os recomiendo que le echéis un vistazo si os interesan las series, la música, el cine, internet...) voy a publicar los miércoles a las siete, hora española. Así que si visitáis el blog esos días a esa hora tendréis un nuevo post... si blogger decide hacerme caso.

¡Hoy toca precisamente un nuevo post! Y me apetecía mucho hacer un top 10, porque siento que hace demasiado que no hago uno. El tema elegido para hoy son los clásicos que me intimidan. Porque sí, hay varios clásicos que, aunque tengo muchas ganas de leer, me intimidan bastante por algunas razones (normalmente es por su longitud. Seamos sinceros: más de 1.000 páginas de novela suelen dar un poco de canguelo).

¿Queréis saber cuáles son? ¡Seguid leyendo!

10. Orgullo y prejuicio. A ver, no es que esta novela de Jane Austen sea tremendamente larga ni nada por el estilo. Pero está idolatrada a la máxima potencia y a mí, como persona que (vergüenza me da) no ha leído nada de la autora, me da un poco de miedo y, sobre todo, de respeto perderme entre estas páginas y descubrir la historia que todo el mundo parece haber adorado.

9. Drácula. No me gusta pasar miedo, ni con películas ni con libros. Pero Drácula es Drácula y, además, tengo una edición que me encanta de este libro (aunque incluso la portada me da miedo), así que por mucho que me intimide el terror que pueda producirme, es una novela a la que le tengo muchas, muchas ganas.

Esta seré yo mientras lea Drácula

8. Moby Dick. Lleva en mi lista mental de "podría leerme este libro algún día" alrededor de un milenio, pero me intimida mucho saber que es bastante, bastante lento. No suelo tener problema con los libros lentos, pero sí que Moby Dick me intimida un poco por si se me hace excesivamente cuesta arriba.

7. La Metamorfosis. No he leído nada de este estilo en mi vida, y sinceramente me intimida muchísimo la profundidad de este libro. También he leído que, si las cucarachas no son precisamente tu animal favorito, La Metamorfosis no va a alegrarte demasiado la vida. Así que, en mi caso, doble razón por la que tenerle a este libro un poquito de miedo.

6. Cien años de soledad. Querido Gabriel García Márquez: te leí por primera vez con apenas doce años y te amé incondicionalmente, pero Cien años de soledad, con su historia enrevesada, sus páginas y páginas de narración sin diálogos, sus párrafos eternos, su vocabulario... me produce mucho respeto. Lo empecé hace un tiempo y lo acabé dejando pasadas cincuenta páginas, porque no lograba tragar ni una línea más. Pero algún día lo leeré, cuando esté de humor y me sienta valiente.

Ese día, me levantaré, miraré Cien años de soledad,
pondré cara de decisión como Barney Stinson y diré
"challenge accepted"

5. David Copperfield. Ya pasamos al apartado de libros que me intimidan porque parecen no tener fin. Charles Dickens es otro autor al que le tengo mucha curiosidad, pero si empiezo a leerle estoy segura de que no será con David Copperfield, aunque sí que acabaré leyendo esta novela en algún punto de mi vida. Lo siento, esas más de mil páginas me dan un poco de miedo.

4. Ulises. Por su temática y por lo que he leído sobre ella sé que esta novela de James Joyce me podría gustar mucho, mucho. Pero ese número de páginas le coloca de cabeza en este top 10, porque si sus más de 1.100 páginas (en la edición que probablemente yo adquiera) no son intimidantes, yo ya no sé qué lo es.

Una lecturilla ligera

3. Ana Karenina. Vale, sé que no es la novela más larga de Tolstói (hola, Guerra y paz), pero sí es la que más me llama la atención y esas más de mil páginas me producen un sudor frío en la nuca. Mi hermana tiene una edición antiquísima de esta novela y, aunque algún día se la coja para leerla -es un hecho inevitable-, mentiría si dijese que no me da miedo.

Esta era yo la primera vez que vi el libro

2. El Quijote. La madre de las novelas en español, una narración eterna y una historia que el lector sabe cuándo empieza pero que no sabe cuándo va a acabar. Si me leéis en mis redes sociales puede que hayáis visto mi bonita historia de amor con esta obra de Cervantes, pero si no, os la resumo: me tocó de lectura obligatoria cuando iba a 3º de ESO (es decir, con 14-15 años), y evidentemente ni la leí entera, ni la entendí, ni me gustó. Cervantes pasó a ser alguien a quien odiar. Pero la edad y el leer más cosas le dan a una cierta perspectiva y, sin duda, sé que el Quijote es una de esas novelas que no quiero perderme. Aunque sea tan, tan, tan larga.

1. Los miserables. Tengo este bonito libro en mi estantería, en un tomo, en más de 1.300 páginas. Mil. Trescientas. Páginas. Yo he leído libros de casi esa longitud, pero Los Miserables es otro cantar. No es precisamente ligera para el verano, sé que me va a tomar mi tiempo, porque además es una novela que se puede exprimir hasta la saciedad. Víctor Hugo se lució, y aunque sea el libro que más me intimida en el mundo mundial (hoy por hoy), también sé que es una obra a la que no voy a tardar en lanzarme.

Y el día que me lance, será tal que así.

¡Y esto es todo por hoy! 

¿Qué libros os intimidan a vosotros? 

¿Habéis leído alguno de los que he mencionado? ¿Os gustó?

¡Nos vemos en los comentarios! ¡Hasta el próximo jueves!