Sinopsis
Un misterioso fabricante de
juguetes que vive recluido en una gigantesca mansión poblada de seres mecánicos
y sombras del pasado… Un enigma en torno a extrañas luces que brillan entre la
niebla que rodea el islote del faro. Una criatura de pesadilla que se oculta en
lo más profundo del bosque… Estos y otros elementos tejen la trama de misterio
que unirá a Irene e Ismael para siempre durante un mágico verano en Bahía Azul.
Un misterio que los llevará a vivir la más emocionante aventura en un laberíntico
mundo de luces y sombras.
Opinión personal
Las luces de septiembre es la tercera parte de la llamada Trilogía de la niebla (formada por tres
pequeños libros de trama independiente —es decir, se pueden leer en cualquier
orden— que son El príncipe de la niebla,
El palacio de la medianoche y Las luces de septiembre) y, aunque sigue
en muchos aspectos la línea de sus dos antecesores, se nota que el estilo de
Zafón comienza a madurar en esta novela.
Si quieres ver la reseña de El palacio de la medianoche, que
publiqué casi al estreno del blog, te dejo el enlace aquí: Reseña: El palacio de la medianoche, de Carlos Ruiz Zafón
En esta novela, la trama gira
alrededor de la familia de Irene Sauvelle después de que su padre muera y tengan que hacer frente a una situación económica cada vez más
complicada. (No estoy haciendo spoiler de nada, por cierto; esto ocurre en la
primera página y da comienzo a la novela).
Irene, la protagonista femenina,
es una joven fuerte e independiente, cuyo carácter ha sido forjado tras ser
arrancada de la infancia demasiado pronto. A su lado se encuentra Ismael, el
protagonista masculino, un marinero bastante peculiar. La mayor parte del libro
gira en torno a ellos dos, aunque están rodeados de unos cuantos personajes
secundarios muy variopintos. Por un lado, está la familia de Irene: su madre
Simone, que es la viva encarnación del amor
maternal; y su hermano pequeño Dorian, el típico personaje entrañable y
gracioso, que tiene poca acción pero que le brinda frescura a una novela oscura
y llena de misterio.
Además, hay un personaje
rodeado de un aura inquietante; un personaje del que no voy a revelar apenas
nada, porque lo mágico que hay acerca de él es descubrirlo poco a poco. Solo
diré que es muy interesante, y que, en mi opinión, es uno de mis personajes favoritos
de Carlos Ruiz Zafón. Constituye el lado oscuro de la trama de esta novela.
La narración, en tercera persona,
es de una pluma exquisita. Lleva impreso el estilo de Zafón, muy poético, muy
bello y muy parafraseado. En mi opinión, este novelista tiene una maestría a la
hora de escribir increíble y la forma en que cuenta las cosas les da a sus
historias una magia que otras tramas, por magníficas que sean, no tienen.
La primera mitad del libro
transcurre de forma muy rápida. Pasan años durante las primeras páginas, luego
se reducen a meses y, al llegar a la mitad de la novela, el ritmo pasa a ser
más pausado y buena parte del final del libro transcurre en apenas una noche.
La acción de todos los personajes se entremezcla y cada uno, poco a poco y desde
escenarios diferentes, van desentramando el misterio que alberga esta historia.
A pesar de la mezcla de protagonistas en las últimas 150 páginas, todo está muy
bien definido: cada una de las pequeñas tramas converge en un final común que me
pareció justificado y totalmente acertado.
Otro aspecto del estilo de Zafón
destacable, tanto en este libro como en todos los que tiene publicados, es la
facilidad con la que mezcla magia y realidad sin que el lector apenas se dé
cuenta. En una historia realista, en escenarios perfectamente verosímiles,
introduce elementos irreales que encajan a la perfección.
Lo que más temo en libros que me
están gustando mucho (como fue el caso de Las
luces de septiembre), es que el final me defraude. En este caso no me
decepcionó y el desenlace me dejó muy buen sabor de boca.
No se lleva las cinco
estrellas porque he leído más obras de este autor que sí las merecen (como La sombra del viento), y en esta, aunque
es una novela muy buena, se nota que el escritor estaba aún madurando su estilo
y que no había alcanzado el cenit de su carrera.
Recomiendo este libro sobre todo
a gente joven que busque sumergirse en una novela corta pero dinámica y llena
de misterio, aunque puede disfrutarse sea cual sea la edad del lector.
Acabas de hacer que este libro tenga prioridad en mi lista de "quiero leer" :)
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