¿Qué leí en enero y febrero? (Wrap up)

¡Hola! Hoy os traigo un tipo de entrada que me encanta hacer: un wrap up. 

Esta vez os hablaré de los libros que leí durante enero y febrero, pero la verdad es que no hay muchos títulos. En enero tuve los exámenes de la universidad y estaba muy enganchada a Pretty Little Liars, así que con esos dos factores solo leí un libro en todo el mes (y fue para clase). En febrero leí tres libros, y de los cuatro tengo algunas cosas que decir, así que ¡allá vamos!

El único libro que leí en enero, para la asignatura de Literatura española, fue Nada de Carmen Laforet. Hacía años que este libro acumulaba polvo en mis estanterías, desde que escuché a mi amiga Elisa hablar de él, pero no había tenido el valor, o las ganas, de leerlo todavía. En enero llegó el momento, y al final lo devoré en tres días. 

No fue un libro fácil de digerir. Desde las primeras páginas me di cuenta de que iba a ser una lectura complicada, porque la atmósfera que Laforet crea es tan agobiante que yo sentía que me ahogaba como Andrea, la protagonista. Nada narra la historia de esta joven, que se muda a la Barcelona de la posguerra para estudiar y tiene que vivir en casa de unos familiares. El ambiente en dicha casa es de todo menos bueno, y entre lo que ocurre con su familia y lo que le ocurre fuera... 

Por las páginas de esta novela se suceden episodios muy oscuros, tan bien narrados que envuelven al lector, y a mí me hicieron sufrir a cada palabra. No lo pasé bien leyendo Nada, pero me gustó mucho y, sobre todo, me ayudó a comprender la corriente de la novela existencialista.

Ya en febrero, decidí leer mi auto-regalo de Navidad: Cosas que escribiste sobre el fuego, de Clara Cortés. Ya había leído la primera novela de esta autora, Al final de la calle 118, y, aunque no estuvo mal, no me gustó tanto como esperaba. Sin embargo, tenía muchas ganas de leer esta nueva historia de Clara, y la verdad es que me gustó mucho, mucho más que la anterior.

En Cosas que escribiste sobre el fuego nos encontramos con Ignasi y María, dos jóvenes con una historia apasionante a sus espaldas. Al principio, esta novela me parecía la típica novela de adolescentes en el instituto y no esperaba mucho de ella, pero fue avanzar un poco e ir descubriendo una trama increíble. No quiero desvelar nada sobre su argumento, porque yo lo leí a ciegas y lo disfruté aún más.

Clara tiene un estilo precioso (ya me declaré fan desde que leí su anterior novela), y eso sumado a una historia y unos personajes magníficos hicieron de esta novela una experiencia increíble para mí. Aunque hubo cosas que no me gustaron (como la cantidad de veces que se repite que María no es guapa pero que tiene "algo", cosa que encontré un poco pesada), todos los "peros" se quedaron reducidos a casi nada. 

El segundo libro que leí en febrero fue Voy a llamar a las cosas por tu nombre, de Ana Milán. Mi amiga Celia adora a esta actriz (¿quién no? Ana es maravillosa) y me prestó el libro, y yo hice aquello de abrirlo para ver cómo era, porque tenía cierta curiosidad... y me caí dentro. No es una novela, tampoco es poesía. Es un batiburrillo de microrrelatos, reflexiones... No sé. Lo que sí sé es que es una delicia.

El ejemplar era de Celia, pero si hubiera sido mío lo habría llenado de post-its y párrafos subrayados. Casi cada página me parecía digna de enmarcar. Ana escribe con tanta pasión, con tanta sinceridad y con tanta verdad que incluso cuando hablaba de cosas que yo no he vivido me lograba emocionar. Disfruté cada minuto que pasé leyendo su libro, y sé que algún día compraré mi propio ejemplar, lo releeré y lo llenaré de post-its.

Lo último que leí el mes pasado fue la Odisea de Homero. Nunca pensé que llegaría a leerla, pero así ha sido. No es que la haya disfrutado especialmente, se me hizo bastante larga, pero fue una experiencia interesante. No os voy a contar el argumento porque estamos hablando de la Odisea y doy por hecho que todos conocemos la historia de Ulises/Odiseo, al menos algunos fragmentos. 

El caso es que me costó leer este libro. Algunas partes eran muy entretenidas (como el episodio del cíclope, uno de mis favoritos), pero había otros tan, tan lentos... La verdad es que lo mejor fue poder leer un clásico tan clásico y ver de primera mano cómo es. Siempre hablamos de la Odisea, del cíclope, de las sirenas, de Penélope... Pero leerlo y poder experimentarlo con mis propios ojos me gustó mucho. 

¡Y esas fueron todas mis lecturas de enero y febrero! Sobre las de marzo os hablaré en un par de entradas (podéis cotillear mis lecturas de diciembre por aquí, por cierto).

¿Habéis leído alguno de estos libros? 

¿Coincidís conmigo? 

¿Qué habéis leído vosotros últimamente? 

¡Nos vemos en los comentarios, hasta pronto!