Cosas que no debes hacer durante un bloqueo lector.

¡Hola a todos! Lo sé, ha pasado mucho tiempo, y lo siento.

A mediados de agosto dije que volvería a principios de septiembre, y ya veis... me he demorado casi veinte días. ¿La razón? Falta de inspiración, supongo. Sencillamente, creo que necesitaba un descanso. Estoy también bastante desconectada de las redes sociales: estoy en ese estado de entrar, escribir alguna tontería y salir sin haber leído prácticamente nada. ¡Pero me encuentro perfectamente! Solo centrada en lo que tengo al otro lado de la pantalla, en otro tipo de hobbies.

Pero, desgraciadamente, uno de esos hobbies que estoy disfrutando no es la lectura. Como muchos ya sabréis, llevo sin leer apenas nada desde mediados o finales de mayo. Al principio me dio igual, estaba centrada en el final del curso, en la vida social... Fue cuando me di cuenta de lo que pasaba cuando todo se torció. ¿Por qué? Por una serie de cosas que hoy os recomiendo NO hacer si os encontráis en una crisis lectora (o bloqueo lector, resaca lectora, parón lector... lo que sea).

1. NO TE DEPRIMAS.

Sé que si, como yo, tienes un blog literario o un canal, cuyo contenido se alimenta exclusivamente de lo que lees, no leer es una faena bien grande. Pero no debes agobiarte, ni forzarte ni encerrarte en tu habitación a llorar. Leer es un pasatiempo más, y es algo que muchas veces los bloggeros (y booktubers) olvidamos. A mí me ocurrió: a mediados de verano me llevé las manos a la cabeza y pensé "¿Y ahora qué publico? ¡No he leído nada nuevo!", y vino el bajón. 

Si te ocurre esto, piensa en otras cosas. No conozco a nadie que nutra su tiempo libre de una sola actividad. Si no te apetece leer, puedes ver películas, series, salir a pasear, aprender un idioma, ver documentales, jugar a videojuegos, dibujar... qué sé yo. El caso es no estancarte. Seguro que tienes otro hobbie que te encanta exprimir.

Simplemente, no te deprimas. No te fustigues por no leer, no te agobies con el contenido de tu blog o canal. Disfruta de otras cosas, porque los libros ya volverán. 

2. DEJA DE COMPRAR LIBROS.

Sé que el ansia nos puede a muchos, que el consumismo literario está a la orden del día (planeo hablar de eso pronto, seguramente en mi canal de youtube), pero ¿para qué vas a llenar tus estanterías con más libros si no estás leyendo nada? Eso solo te va a agobiar más. Cada vez verás más volúmenes, más páginas por leer, más títulos pendientes... y ese número, siempre creciente, te frenará cada día más. Esto también lo digo en base a mi propia experiencia, y eso que este verano no he comprado mucho. 

Pero agregar un nuevo libro a mis estanterías solo me hacía pensar "otro más que acumulo, ¿cuándo me pondré a leer todo esto que tengo pendiente...?". 

Las crisis lectoras pueden darse por muchísimos motivos, cada persona es un mundo, pero conozco a mucha gente que deja de leer porque se agobia al ver el volumen de libros pendientes de sus estanterías. En mi caso, ese fue uno de los factores. Mirar mis estanterías y ver veinte o treinta libros sin leer, esperando su turno, acabó ahogándome. Así que, si este es también tu caso, hazte un favor y deja de comprar más libros. 

3. NO CUENTES LOS DÍAS/SEMANAS/MESES QUE LLEVAS SIN LEER.

De nuevo, digo esto porque yo peco de ello. Y peco mucho. Entre julio y principios de septiembre, no había semana en la que no pensara por lo menos una vez "ya llevo X tiempo sin leer". Empezó siendo "cinco semanas"; la última vez que contabilicé el tiempo, dije que llevaba cuatro meses. Hasta qué punto agobia ir viendo el número crecer es algo que no recomiendo a nadie. No sigáis mi ejemplo, de verdad. Simplemente no lees, no cuentes el tiempo que llevas así porque eso solo te generará ansiedad, el pensamiento de "¿cuándo dejará el número de crecer?". Tremendamente frustrante, de verdad.

4. NO EMPIECES MÁS LIBROS.

Veamos. Dejé de leer durante la última semana de mayo. Hoy es 18 de septiembre. En este tiempo, he leído enteros Amor y virtud y Virtud y verdad de Rolly Haacht (para corregirlos) y La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón, en un intento desesperado por conseguir terminar una novela. (La terminé, pero no sirvió de nada). Sin embargo, el número de tomos que he empezado es eterno: El buscador (lo empecé tres veces hasta convencerme de que sencillamente no era el momento), Éramos mentirosos (empezado dos veces, llegué hasta la página 60), Heima es hogar en islandés (actual lectura, llevo un mes con ella y 150 páginas), El nombre del viento (leí unas veinte páginas antes de devolver el tomo a la estantería), Harry Potter and the prisoner of Azkaban (leí un par de capítulos y cerré el kindle), Llévame a cualquier lugar (lo empecé dos veces, leí tres o cuatro páginas y lo dejé), El niño que se olvidó de dormir (lo mismo que en el caso anterior)... y seguro que olvido algún título.

Lectores míos, de verdad: no cometáis este error. No empecéis mil libros. Si habéis empezado uno, leedlo al ritmo que os apetezca y ya está. No abráis veinte tomos más, porque no vais a disfrutar ninguno y solo os vais a agobiar más. Consejo patrocinado por mis cambiantes estanterías de Goodreads.

5. DEJA DE ACEPTAR COLABORACIONES.

Esto creo que es obvio. O quizá no tanto. Este punto es el único que no baso en mi propia experiencia, porque por lo menos lo he cumplido. Pero como sé que no todos somos iguales, quiero incluirlo.

Si llevas un tiempo (el que sea) sin leer, ¿por qué aceptas que te envíen un libro que TIENES que leer? Si tienes bloqueo lector y sigues aceptando colaboraciones, pueden ocurrir dos cosas (ninguna de las dos es una buena opción):

a) Vas a leer el libro a duras penas, lo vas a odiar porque en el fondo no te apetecía leerlo y lo has hecho solo por obligación y vas a hacer una reseña negativa probablemente injusta.

b) No vas a leerlo porque el bloqueo te lo va a impedir, y vas a hacer esperar a la editorial o al escritor más tiempo del que deberías. Esta opción es igualmente poco idónea, porque no olvidemos que colaborar es un compromiso mutuo (de ello hablo aquí).

También puede darse el caso de que el cielo se despeje, los ángeles canten y el Sol ilumine tu camino: que el libro te guste, te enganche, te atrape; que lo devores y se lleve consigo tu bloqueo lector. Esto puede ocurrir, claro que sí. Pero yo no apostaría por ello, así que por eso no lo aconsejo especialmente.

6. NO TE COMPARES CON OTROS LECTORES.

Compararse en cualquier ámbito es tan inevitable como respirar, por desgracia. Pero qué gran error. Yo tengo amigas que leen a la velocidad de la luz, y fijarme en sus estanterías de Goodreads, en sus blogs, en sus redes sociales, etc., y ver cómo avanzan con sus lecturas es, cuanto menos, desesperante. Ver cómo otras personas leen veinte libros mientras tú no consigues leer ninguno deprime a casi cualquiera. No nos vamos a engañar. Tampoco vas a aislarte de las redes sociales, pero intenta no fijarte en el número, intenta simplemente leer sus opiniones sin pensar en lo mucho que están leyendo mientras tú no lees nada. Sé que decirlo es muy fácil, pero compararte no te va a servir más que para entristecerte y enfadarte contigo mismo. Tal que así:

EN RESUMEN: si estás pasando por un bloqueo lector, no hagas de la crisis lectora el centro de tu vida, no te deprimas, no te culpes, no te agobies más. Disfruta de otros hobbies, no pierdas la esperanza: la lectura volverá. Si tu bloqueo se alarga mucho tiempo, como es mi caso, aguanta lo más dignamente que puedas. El mundo no se va a acabar, hay mil actividades que puedes realizar mientras tanto. 

Dramas aparte, no leer es muy aburrido si eres aficionado a ello. A cualquiera le puede entristecer y enfadar. Para mí no está siendo un paseo. El día que vuelvan mis ganas de leer y que recupere mi ritmo, montaré una fiesta. Mientras tanto, seguiré a mi ritmo de veinte páginas por día, me casaré con Netflix y descubriré nuevos hobbies que me apasionen. Como dije antes, la clave es no estancarse.

Por cierto, este es un tema del que habla mucha, mucha gente, pero yo también quería aportar mi granito de arena. Si queréis ver más contenido sobre crisis lectoras, os recomiendo este vídeo de Vero Dragonfly, que subió hace poquito y que a mí me encantó.

¡Un abrazo a todos, y hasta la próxima entrada!